Almudena, 23 años, aspirante a periodista. En este blog publicaré todas las pequeñas y grandes experiencias que me apetezca compartir durante los seis meses que voy a vivir en Santiago de Chile. ¿Mi intención? Que todo al que le interese pueda seguirme el rastro esta mínima pero importante etapa de mi vida. ¿Mi deseo? Que me leáis y disfrutéis.

31 de marzo de 2011

Cinco horas menos en Chile

Dicen que rectificar es de sabios. Yo, la verdad, prefiero tener razón, pero a veces rectifico, con algunos peros. Repetimos el experimento con agua del lavabo.

Os presento a mi madre, desde Almería (hemisferio norte). También podéis oír a mi hermano Rafa, que creo que le dice que está pirada. Lo está, pero no por hacer este vídeo. Esto lo hace porque me quiere.


Y ahí voy yo, desde Santiago de Chile (hemisferio sur)


¿Afecta entonces el efecto Coriolis al agua del lavabo? Parece ser. Yo, después de mi convicción de que era una falacia durante unos días, tengo mis reservas. Pero será pura falta de sabiduría.

Por cierto, la camiseta me la compré el otro día en una tienda de segunda mano. ¿Porqué en España apenas compramos ropa usada? Bueno, algo me dice que se hará más ahora que hace 3 años. Si alguien está buscando una idea para un negocio en estos tiempos difíciles, le cedo esta. Qué generosa.

El Gobierno de Chile ha decidido retrasar el cambio de hora hasta el 7 de Mayo para disminuir el consumo energético y la delincuencia ciudadana, al haber una hora más de sol por la tarde. Los expertos no están de acuerdo, y  mi madre está en contra de los cambios de hora en general.

27 de marzo de 2011

Nuestra pequeña aportación a la ciencia

Hoy es un típico domingo de resaca. Caña, en chileno. Con la diferencia de que este ha sido el día de caña más productivo que recuerdo. Vais a ver porqué. Ved primero el primer vídeo y segundo el segundo por favor, aunque no os guste el orden lógico de las cosas.



Bueno, he encontrado una larga explicación desarmando tan extendida teoría, para quien quiera profundizar. Yo no quiero. Estoy satisfecha con nuestra pequeña aportación a la lucha mundial contra la ignorancia. Mil gracias a Cristi, que es de esas amigas que tienes desde hace tanto tiempo que no te recuerdas sin ser amiga suya. Como Elena, Menmi, Aini, Palomita. Las extraño, sobre todo, porque con ellas me sobran las palabras para que sepan que me pasa algo. Y yo soy parca en palabras, bien lo saben.

22 de marzo de 2011

Nuevo gadget: blogs familiares

Hoy he echado un vistazo a los varios blogs de mis varios familiares, llevaba una semana sin leerlos. Y no he tenido más remedio que poner un gadget recomendándolos. A lo mejor no os gustan tanto como a mi, a lo mejor nada, a lo mejor más que a mi. Pero si no los conocéis, no quiero responsabilidad mía.

De La Transición destaco su concurso de parecidos triples. De Alcantarillas la importante labor social que cumple y la colaboración de absolutos desconocidos. De Cosas Mías el concurso de carteles de aseos, en especial los comentarios al respecto, como en este entrada. De Gafas de Rata que es absolutamente absurdo y genuino (más absurdo que su autor, menos genuino).

Y de paso, un vídeo del rodeo chileno que vimos en Valdivia.


Acabo de hablar por teléfono con mis hermanas pequeñas, Jai y Belencita, unas minas muuuuuy lindas.

21 de marzo de 2011

Chilenismos


Manjar: Dulce de leche
Palta: Aguacate
Durazno: Melocotón
Mina: Chica
Polla: Lotería
Huevón/Huevada: Vale para todo y lo usan continuamente
Cachai?: Sabes? Entiendes?
Choclo: Maíz
Al tiro: Enseguida
Tía: persona más mayor con la que tienes a la que tienes afecto
Pololo/a: Novio/a cuando aún no te has comprometido con él/ella
Carretear: Salir de marcha
Chela: Cerveza
Pisco: Pisco, una bebida alcoholica que no tenemos en españa
Porotos: Judias
Caleta: Mucho
Cuático: Fuerte, alucinante
Qué fome: Que aburrido, que mierda
Carpa: Tienda de campaña
Copete: Cubata o cualquier trago
Arto o harto (no lo sé): significa lo mismo, pero lo dicen mucho más
Manejar: conducir
Losa: Platos
Pieza: Habitación

Estos son los chilenismos que se me han ocurrido en un momento, pero conozco muchos más. Deducireís de esta entrada que este fin de semana me he quedado en Santiago. Eso sí, he visitado a la Virgen del Cerro de San Cristobal, he bailado cumbia y demás cosas que se pueden hacer en Santiago. Y en este momento me dispongo a estudiar un rato porque mañana tengo dos controles (ya os dije que esto se parecía mucho al colegio). Aprovecho también para enseñaros a mis compañeros de piso. Por cierto, Obama está aquí.

14 de marzo de 2011

Trequineando


Más de una vez me han advertido mis jefes periodistas sobre lo malo de usar el gerundio. No puedo evitarlo, me gusta, y más cuando me los invento. Además este es mi blog, y, como me dice siempre Morucha, cada uno hace en su blog lo que le da la gana. Trequineando he pasado el fin de semana con Ángela, Ro y Mogli. El viernes partimos a Cajón del Maipo, a casa de un amigo de ellos, que está rodeada sólo de naturaleza. Pasamos allí una buena tarde, haciendo un asado, acompañado de chela (cerveza). A la hora de dormir, todos los allí presentes compartimos un gran salón, cada uno en su saco, como si estuvieramos de campamento.


Más o menos temprano amanecemos el sábado, y partimos los cuatro al volcán San José, de casi 6.000 metros de altura, situado en los Andes centrales. No hicimos cumbre, no teniamos ni el tiempo ni el equipo necesario, pero subimos arto (palabra muy utilizada por los chilenos y perfectamente comprendida por los españoles). La verdad, yo me canso, pero no me quejo y parece que, cuando no hablas de él, el cansancio desaparece, o te acostumbras. De vez en cuando paramos, bebemos agua, comemos frutos secos y levantamos la vista que tan fijada hemos de tener en el suelo para no tropezar. Al sur veo montañas áridas, parecidas a las de Almería, pero más altas y con diferentes marrones. Al norte, puros glaciares. Igual en las fotos os parece nieve, pero es hielo.

Hacia las siete de la tarde llegamos al refugio Plantat. Allí saludamos a nuestros amigos montañistas y nos hacemos la cena que traemos preparada. Pasta con crema (nata), atún, queso y cebolleta. Nos instalamos en las literas que quedan libres, tipo campo de concentración. A la mañana nos despierta el ruido de nuestros compañeros de refugio desayunando. Qué hora es, preguntamos. Las doce, contestan. No, es broma, son las 8 y media.




Nos despertamos, desayunamos nosotros también, y nos disponemos a subir un par de horitas más. Cuanto más arriba, más solos parecemos estar en el mundo. De vuelta al refugio, a recoger, y a casa, que mañana hay clase y, aunque os parezca mentira, he venido a estudiar. Eso sí, antes paramos a tomar un empanada al pueblo de San José, que poco tiene que ver con nuestro San José almeriense. Inevitable acordarse en pequeño viaje de las excursiones obligatorias organizadas por mi papá, que tantas quejas y buenos momentos (las dos cosas a la vez) provocaban entre mis hermanos y yo.



9 de marzo de 2011

Me sobra armario


Ya tengo casa. Vivo con Ángela, con Hugo (francés), con Hanna (australiana) y con Ro (el casero, chileno). Todos tienen más o menos mi edad. Es una casa antigua, con techos altos, en República, el barrio universitario de Santiago. Finalmente, hemos encontrado un buen sitio, con mucho ambiente y a seis paradas de metro de mi uni.


A veces, llegaba a La Remonta (mi casa de Madrid) después de pasar mucho frío, de una larga espera de autobús, de un viaje de siete horas desde Almería, de una  temporada de exámenes o de cualquier otra mínima inclemencia. Me metía en la cama y pensaba en quienes no tenían ningún sitio fijo al que ir. Y se lo comentaba a Pati, una de mis hermanas trillizas (estoy con ella en la foto de arriba, la otra es Tete, en la de abajo), en esas conversaciones nuestras de litera a litera, en las que no nos vemos, pero nos miramos. Qué bueno es tener casa. Ahora tengo una habitación grande para mi sola, un armario enorme y una cama de matrimonio. E intimidad. Me sobra cama, me sobra armario y me faltan Tete, Pati y Javi (el de la derecha).



Hoy ha sido mi primer día de clase. Sólo he tenido una y el director de la carrera ya se sabe quien soy, que soy andaluza y tenía preparado mi horario personalizado. En las clases hay entre 10 y 20 personas. Teniendo en cuenta que en la Rey Juan Carlos, mi universidad española, somos entre 50 y 100, esto se parece más al colegio.  Me han presentado como Almuneda, una alumna de intercambio. He aclarado que es Almudena, y me han reiterado lo extraño que suena este nombre en Chile. Resulta que aquí, mi nombre es exótico. Hasta me han preguntado si tengo raíces árabes. Y, por supuesto, no ha faltado quien me diga almohada.



Os parecerá mentira, pero a veces tengo problemas con el idioma. Acabo de comprarme unos folios y después de varios intentos lo he tenido que definir como lo que se mete dentro de la impresora. Hoy es el cumple de la guapa de mi cuñi. Felicidades Anuchi!

5 de marzo de 2011

Hasta pronto Colorino


Después de salir pitando de la casa que en la que os conté que nos ibamos a quedar y de descansar un día en Santiago -incluso me echo la siesta-, Juan y yo nos vamos el viernes a Valpo -Valparaíso- en un cómodo autobús. Ángela se raja a la hora de madrugar, pero reconoce que se arrepintió. Araceli y Vicente, nuestros amigos porteños -de Valpo- que hicimos en la Noche Valdiviana, nos tratan como verdaderos amigos. Nos acogen en su casa y nos presentan a sus amigos. Comemos mechas y merluza con una botella de vino. Pateamos la desordenada ciudad, subimos a sus ascensores y a las micros -autobuses pequeños-, casi nos caemos en las curvas, bajamos por las tortuosas escaleras, admiramos su colorido y paramos en sus cafés y sus puestos de artesania.

Y por la noche a carretear. Vamos en colectivo, un taxi que tiene un recorrido establecido con una única tarifa por persona y que se comparte con desconocidos. Nos llevan a cenar, luego a tomar vino con frutilla y después a la disco. El portero no me deja pasar porque no tengo DNI y parece que, con 23 años, aún no es evidente mi mayoría de edad. Metedura de pata mía, tengo que ir a por el documento a casa de Araceli y entramos. Todo el mundo baila, hombres y mujeres. Después a casa de la Ara a disfrutar de sus increibles vistas. Pero ya os hablaré de Valparaíso -bonito nombre- más tarde, porque volveré pronto.


Hoy se ha ido mi amigo del alma. Gracias Juan. Por cruzar el charco conmigo, por este pedazo de viaje juntos, por hacerme reir, por esta amistad tan especial. Colorino llaman aquí a este pelirrojo que tan en gracia ha caido entre los chilenos.

2 de marzo de 2011

De asado en asado


Puerto Varas, nuestra última parada. Más volcanes, lagos y cataratas. Llegamos a las 4 de la tarde, un ratejo en la playa y subimos a ver los saltos del Petrohué. Tienen poca agua, pero aún así es bonito ver como el agua pasa entre las rocas, con el volcán Osorno detrás. Cenamos un buen salmón y nos vamos a dormir, otra vez estamos muertas. Juan no, es inagotable.


Al día siguiente nos cuesta mucho madrugar, pero nos espera el río Petrohué y unos cuantos chilenos para hacer rafting. No tengo fotos, una pena, igual me las pasa nuestro uno de los chicos que nos llevó. Siete personas subidas en una balsa, con un remo cada una. El río tranquilo hasta que llegamos a un rápido, en el que tenemos que luchar contra el agua y a la vez intentar mantenernos dentro de la balsa, caerse es medio peligroso, aunque nos han explicado el protocolo de supervivencia. En total, siete rápidos, los más divertidos los tres últimos. En el último volcamos la balsa aposta, hay que probarlo todo.

Acaba la excursión y ya hemos planeado un asado (una barbacoa) en la casa de uno de los chilenos. Pasamos por el super a por carne, cerveza y pisco y vamos al lío. Me doy cuenta de que somos a la vez parecidos, a la vez diferentes. Ellos tienen más o menos nuestra edad, pero muchos tienen hijos y mujer. Cayendo la noche cambiamos de asado, al que habían organizado en nuestro hostel. Guitarra, cantautores espontáneos y alguna que otra disputa entre franceses y chilenos. Me agoto y me voy a dormir.




El martes nos pasamos el día en la carretera, de vuelta a Santiago. Más de 1.000 kilómetros, pero somos tres conductores, podemos hacerlo. Eso sí, nos molestan las agujetas de ayer y pagar tantos peajes. Llegamos a la capital a la una, a un nuevo hostel, nuestro noveno hogar estos intensos días.


El miércoles visitamos una nueva casa y decidimos quedarnos a vivir, por lo menos un mes para probarla. Viven 15 estudiantes de diferentes países, hay dos cocinas, cuatro cuartos de baño, muebles viejos y una litera para Ángela y para mi. Creo que a mi madre no le gusta la idea, pero vamos a probarla. Sólo son cinco meses, después de todo. ¿Qué es eso de una vida entera de comodidades? Poca cosa.

Qué calor hace en Santiago.