Almudena, 23 años, aspirante a periodista. En este blog publicaré todas las pequeñas y grandes experiencias que me apetezca compartir durante los seis meses que voy a vivir en Santiago de Chile. ¿Mi intención? Que todo al que le interese pueda seguirme el rastro esta mínima pero importante etapa de mi vida. ¿Mi deseo? Que me leáis y disfrutéis.

22 de abril de 2011

En Patagonia

Me encantaría publicar esto hoy en mi blog, pero me temo que no voy a conseguir acceder a internet. Resulta que hoy es feriado y estoy en Puerto Guadal, un pueblo de la Patagonia al lado del Lago General Carrera. "El Gringo" que nos aloja en su casa lo llama "Muerto Gaudal", imaginaros porqué. Sólo hay internet en la biblioteca del pueblo que hoy, Viernes Santo,está cerrada.

Pero voy a resumiros el viaje desde el principio. Amanecimos el miércoles a las 6 y media de la mañana y, con calma, nos fuimos al aeropuerto. Llegamos un poco resacosas de las piscolas del día anterior y nos informan de que vamos algo apuradas porque el ordenador del aeropuerto asumió sólo el cambio de hora que por decisión del Gobierno no se llegó a cambiar. Pero en el aeropuerto sí, asíque empezamos a correr y, gracias a Dios, subimos a nuestro avión.

Llegamos a Coyhaique y el transfer, que es como un minibus que deja a cada uno en su casa, nos deja en Residencial Mercedes, donde una señora callada pero encantadora nos ofrece una cómoda y calentita habitación. Nos comemos un bocata "ave palta" y el camarero insiste en hablarnos en inglés, y nosotras en contestarle en perfecto español. Al final nos pregunta si somos gringas o israelís. Le contestamos que españolas y se queda entre decepcionado y avergonzado. Compramos un billete de ferry y al día siguiente, bien temprano de nuevo, pero sin piscolas, partimos a Chile Chico. A pesar del frío, es imposible quedarse en la parte de abajo resguardado y perderse el paseo por el agua azul del lago.

Ahora llega el momento en el que Ángela y yo cruzamos la frontera y estamos en Argentina aproximadamente unos 7 minutos. No os lo voy a contar, porque cualquier cosa que os imaginéis es mucho más emocionante que la verdad, pero aquí tenéis la prueba de entrada y salida el mismo día, una pena que no ponga la  hora.

Tomamos otra micro hacia "Muerto Guadales", desde donde escribo ahora. El conductor no sólo es conductor. También lleva cartas, huevos de pascua y plata (dinero), de los vecinos de un pueblo a los del otro. El camino nos deja sin palabras. Imposible dejar de mirar por la ventana, desde la que vemos la  orilla del lago General Carrera, la cordillera de los Andes Nevada, los colores del otoño y la luz del atardecer. Llegamos a nuestro destino e Ismael, el conductor, se para a hablar con casi todos los vecinos. "No llegó tu carta, hay que esperar al lunes". "Tu plata se la dejé a tu cuñada".

Él nos deja en casa de su amigo "el Gringo", que no es gringo, sino belga, pero todo el mundo en el pueblo le llama así. Aquí se quedó porque se enamoró de una patagonesa, y no tiene ni intención ni ganas de volver a Europa. Y aquí estamos, en su casa, tejiendo algunos planes, que ya os contaré.

NO PUEDO SUBIR FOTOS. AAARRRGGGGG.

4 comentarios:

  1. Juan Alberto Sáez Cuesta22 de abril de 2011, 15:19

    Solo tengo una palabra para lo que leo. ENVIDIA.
    Un besazo. ;)
    Juan Alberto Sáez Cuesta.

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  2. yo tengo dos; NO BEBAS, verás parece que todo eso que estás viendo es muy interesante y siempre es uno mucho más consciente de todo cuando está sobrio, o sea olvida lo de las piscos y date a la casera que es muy sana. besos

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  3. Gran Oso Hormiguero23 de abril de 2011, 10:41

    Por fin alguien sensata, deja el alcohol querida, al menos deja las resacas, lo de que me comparen con Solé Tura me llena de orgullo y me hace comprender mas el paso del tiempo. Estoy seguro que la Patagonia te resultará un lugar fantasma, al menos así lo describen las novelas. Yo tuve un amigo vasco que se perdió por esos lugares, estaba intentando hacerse rico cultivando unas peculiares flores que tenian poderes y solo podian ser cultivadas en esas tierras. Lamentablemente se incendió su plantación mientras él y su socio estaban cabalgando por aquellas llanuras barridas por los vientos. Junto con la plantación se quemó su cabaña, su dinero (poco) y su pasaporte. Al final regresó, a los pocos dias de volver a europa me lo encontré en Amsterdam, los dos tuvimos aquella tarde una recaida en nuestra dipsomanía y me contó lo sucedido, nunca he visto a nadie como él tan disperso, estaba a caballo entre dos mundos y reflejaba en sus ojos un paisaje bello y terrible. Disfruta tu viaje

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  4. Almudenitaa!!!!que acabo de descubrir tu blog!!!que aunque tenga la poca verguenza de no haberte escrito desde que te fuiste(si es q ya sabes como soy...) a veces me acuerdo de ti y te echo algo de menos... :( prometo seguir tus aventuras por aqui, que no sabes la envidia que me dan. Me lo he leido enterito y ya quiero que escribas más. Gran idea amorcita, disfruta mucho de esto que es para toda la vida. Te quiero un poco :)

    Marcos.

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